Jardin Majorelle, porqué es un destino imperdible en Marrakech
Si harás un viaje por Marruecos, y particularmente si pasarás por Marrakech, el Jardín Majorelle es una parada que no te puedes perder, un fabuloso jardín botánico con una formidable historia y atractivos detalles que te explicamos a continuación.
El espectacular Jardín Majorelle
Para disfrutar en verdad el Jardín Majorelle, se tienen que tener bien despiertos los sentidos, y también un especial gusto por el arte y los detalles; algo que tampoco es complicado si te dejas llevar por la magia de sus pasillos, considerados la atracción turística con mejor nivel de valoración en Marrakech.
La historia de este lugar es legendaria, desde hace más de un siglo ya era un lindo jardín de palmeras, pero a partir de que Jacques Majorelle lo compró en 1922, comenzó a transformarlo en algo más, comenzando por la importación de una gran variedad de plantas que trajo de sus viajes por diversas partes del mundo.
Claro, Jacques tampoco era un dueño cualquiera, se trataba del hijo de Louis Majorelle, quien fue el célebre artista creador del movimiento Art nouveau, una connotada corriente surgida en la ciudad gala de Nancy.
Con esta influencia, Jacques ordenó levantar un chalet con un modernista estilo art deco diseñado por el arquitecto Paul Sinoir, el cual además pintó de un azul tan vivo, atractivo y original, que se convirtió a la larga en un nuevo color, el azul Majorelle, ampliamente valorado en ambientes artísticos.
La intención de Majorelle era crear lo que llamó una “pintura viva”, por lo que abrió las puertas del jardín al público, para que pudieran conocer y admirar este espectacular lugar con especies vegetales de todo el mundo, y una excéntrica arquitectura que tiene también influencia de diversas culturas.
La transformación del Jardín Majorelle
Para la década de los 60’s, con el fallecimiento de su dueño, el jardín entró en una época de decadencia, sería hasta 1980 que el connotado diseñador de modas Yves Saint-Laurent, quien fuera el heredero del trono de Christian Dior, junto con su pareja Pierre Bergé, adquirieron Majorelle, con la intención de revitalizarlo.
Y vaya que lo lograron, de entrada mantuvieron ese espíritu de admiración por las especies vegetales excéntricas, y duplicaron prácticamente la variedad. Asimismo adaptaron también parte de las construcciones para instalar un museo con una exquisita colección de arte islámico.
Está muy cerca del centro de Marrakech, y en el lugar se encuentra también un memorial en honor a Yves Saint-Laurent, quien falleció en 2008.
Recomendaciones para el Jardín Majorelle
El Jardín Majorelle, es un lugar mágico y envolvente, no obstante que hay algunos factores que podrían ponerte de mal humor, lo que podría arruinar la experiencia. Lo mejor es visitarlo durante las primeras horas disponibles del día, y no sólo por el calor, sino porque muchas veces después de las 10, el flujo de gente comienza a crecer, lo que no sólo complica tomar fotos limpias al interior, sino que puede provocar filas estresantes de gente.
Entrando a la hora adecuada, podrás disfrutar con mayor calma y tranquilidad, este lugar que expresa precisamente un entorno relajante, donde convergen aromas, colores y un estilo artístico que impregna el lugar, propiciando una experiencia cautivadora e inolvidable.