Marruecos es conocido por su rica gastronomía, sus especias aromáticas y su hospitalidad legendaria. Pero si hay algo que acompaña cada encuentro, comida o paseo por el zoco, es una bebida tradicional marroquí. Las bebidas típicas de Marruecos no solo refrescan o reconfortan, también son un reflejo de la cultura, el clima y la historia del país.
En este artículo, te mostramos las bebidas más emblemáticas de Marruecos, aquellas que no puedes dejar de probar si visitas este fascinante destino del norte de África.
Té moruno o atay
Si hay una bebida que simboliza la esencia marroquí, es el té verde con hierbabuena, conocido localmente como atay. Preparado con té verde «Gunpowder«, abundante hierbabuena fresca y generosas cucharadas de azúcar, el atay es mucho más que una infusión: es una ceremonia social.

Servido siempre con elegancia, desde lo alto para formar espuma, este té acompaña reuniones familiares, negociaciones comerciales y encuentros con turistas. Lo encontrarás en cualquier rincón del país, desde cafés en las medinas hasta en tiendas del desierto. Beber té es sinónimo de hospitalidad.
Té de shiba
Menos conocido fuera de Marruecos pero muy popular entre los locales, el té de shiba (ajenjo) es una variante del té tradicional, consumido sobre todo durante el invierno. Su sabor es más amargo, ya que la shiba es una planta medicinal con propiedades digestivas y expectorantes.

Se suele preparar con la misma base de té verde Gunpowder, pero en lugar de menta se añade una ramita de shiba. Es perfecto para combatir el frío y aliviar problemas estomacales.
Jugo de naranja natural
Con su clima soleado y sus mercados llenos de fruta fresca, Marruecos es un paraíso para los amantes del zumo natural. El jugo de naranja recién exprimido es una bebida estrella en plazas como Jemaa el-Fna en Marrakech o en los zocos de Fez y Rabat.
Fresco, económico y lleno de sabor, este zumo es la forma más natural de hidratarse durante una caminata por la ciudad. También se preparan jugos de granada, melón o zanahoria, a veces combinados con un toque de agua de azahar o especias.
Laban: el yogur bebible marroquí
El laban es una bebida láctea fermentada muy común en Marruecos, similar al kéfir o al yogur líquido. Se consume frío, sobre todo en las zonas rurales y durante los meses de calor, ya que es refrescante y nutritivo.
El laban puede tomarse solo, acompañado de pan o incluso en ayuno durante el Ramadán, por su capacidad para saciar y aportar probióticos. También es frecuente encontrar variantes más dulces con frutas o azúcar.
Sahlab o salep: bebida reconfortante del norte
En el norte de Marruecos, sobre todo en zonas con influencia andalusí como Tetuán o Chefchaouen, se puede encontrar el sahlab. Esta bebida caliente y espesa se elabora con harina de orquídea, leche y azúcar, y se aromatiza con agua de rosas, canela o frutos secos. Es muy popular en invierno por su efecto reconfortante y su textura suave.

Explorar Marruecos a través de su gastronomía y bebidas es una forma deliciosa de acercarse a su cultura. Y si quieres vivir una experiencia completa y auténtica, te recomendamos esta escapada a Marruecos que te llevará por rincones como Tánger, Tetuán o Chaouen, donde podrás probar cada una de estas bebidas en su contexto original.
Agua de rosas y azahar
Aunque no son bebidas como tal, tanto el agua de rosas como el agua de azahar se emplean en pequeñas dosis para aromatizar tés, dulces y otras bebidas. Estas aguas florales forman parte esencial de la cultura marroquí y tienen propiedades calmantes y digestivas.
En el Valle de las Rosas, por ejemplo, la destilación del agua de rosas es toda una tradición ancestral, y no es raro encontrar puestos que te ofrecen un vaso de agua con unas gotas de esta esencia.
Refrescos locales
Además de las bebidas tradicionales, Marruecos cuenta con una oferta creciente de refrescos locales. Uno de los más curiosos es el Hawaii, una bebida con sabor a frutas tropicales muy popular entre los jóvenes.
También encontrarás versiones locales de refrescos internacionales como Coca-Cola, Fanta o Pepsi, pero nada mejor que sumergirse en las opciones más auténticas.
Conclusión
Descubrir Marruecos es también probar su alma líquida: tés, jugos, lácteos y bebidas florales que acompañan cada momento del día. Las bebidas marroquíes no solo sacian la sed, sino que te conectan con una cultura rica en sabores, gestos y hospitalidad.
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