La gastronomía marroquí es una de las más ricas y reconocidas del mundo, no solo por sus especias y platos salados, sino también por sus deliciosos postres. Los dulces tradicionales marroquíes combinan influencias árabes, bereberes, andalusíes y francesas, dando lugar a una repostería exquisita, repleta de miel, almendras, frutos secos, agua de azahar y canela.
Si estás planeando una visita a Marruecos, saborear sus dulces típicos es una experiencia que no puede faltar. A continuación, te presentamos los postres más emblemáticos que debes probar y dónde encontrarlos.
Cuernos de gacela (Kaab el Ghazal)
Los Cuernos de Gacela son, sin duda, uno de los dulces más representativos del país. Su forma de media luna, que recuerda a los cuernos del animal, está rellena de una pasta suave de almendras, aromatizada con agua de azahar y canela, y envuelta en una fina masa que se hornea hasta obtener una textura crujiente.

Se suelen servir con té a la menta y están presentes en bodas, celebraciones religiosas y reuniones familiares.
Chebakia
La Chebakia es una joya dulce que destaca especialmente durante el mes del Ramadán. Está elaborada con una masa especiada (con anís, canela, azafrán y sésamo) que se fríe en aceite caliente y luego se baña generosamente en miel y se espolvorea con semillas de sésamo.

Este dulce no solo es sabroso, sino que también tiene un fuerte valor simbólico, ya que representa unión y hospitalidad en las mesas marroquíes durante las celebraciones religiosas.
Makrout
De origen bereber, el Makrout es un pastelito relleno de pasta de dátiles, aromatizado con canela y envuelto en sémola. Tras freírse o cocinarse al horno, se baña en miel caliente. Es un dulce típico no solo de Marruecos, sino también de Argelia y Túnez, aunque con ligeras variaciones regionales.

Ideal para los amantes de los dátiles y el sabor auténtico del norte de África.
Pastela dulce
Aunque la Pastela (o bastilla) es tradicionalmente un plato salado relleno de carne de pollo con almendras, también existe una versión dulce que sorprende a todo el que la prueba. En esta variante, la masa filo se rellena con almendras, azúcar glas y canela, y se sirve espolvoreada con azúcar.
Su textura crujiente y su sabor entre dulce y especiado la convierten en una delicia única que encontrarás en muchas pastelerías del país, especialmente en ciudades imperiales como Fez o Meknes.
Baklava
Aunque la Baklava es más común en países como Turquía o Grecia, en Marruecos también se ha adoptado con un toque propio. Se elabora con capas de masa filo, rellenas de frutos secos como pistachos, nueces o almendras, y se baña en un sirope a base de miel y agua de rosas.

Su sabor intenso y su textura hojaldrada hacen de este dulce uno de los más codiciados en las pastelerías marroquíes de influencia oriental.
Briwat
Los Briwat son pequeños dulces triangulares hechos con masa brick y rellenos de almendras molidas, azúcar, canela y agua de azahar. Una vez fritos, se sumergen en miel, lo que les da un sabor potente y una textura jugosa.
Los encontrarás en bandejas variadas durante las celebraciones familiares o en cualquier evento tradicional marroquí.
Sellou
Este dulce no necesita horno ni fritura. El Sellou se prepara con harina tostada, almendras molidas, sésamo, canela, azúcar y mantequilla. Es muy energético y suele consumirse durante el Ramadán para aportar fuerza tras el ayuno diario.

Tiene una textura parecida a una galleta desmigajada, y su sabor especiado lo convierte en una opción diferente pero deliciosa.
Descubre los sabores en un viaje auténtico
Si te interesa vivir una experiencia gastronómica completa, recorrer los mercados, medinas y ciudades imperiales es una de las mejores formas de descubrir estos dulces y otros tesoros culturales.
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